Baklava




Ingredientes:

250 gr de pasta filo

200 gr de almendras

200 gr de nueces

150 gr de pistachos

50 gr de piñones

200 gr de mantequilla

1/2 cucharadita de nuez moscada

1 cucharadita de canela

2 cucharadas de azúcar


Para el almíbar:

20 ml agua

100 gr de azúcar

250 gr de miel

2 cáscaras de naranja

2 clavos de olor

4 cucharadas de agua de azahar

1 chorreón de zumo de limón



Elaboración:

Trituramos las nueces y las almendras. Añadimos los pistachos y los trituramos un poco menos, para que nos queden con una textura más gruesa. Echamos los piñones enteros y removemos.
A esta mezcla le ponemos la nuez moscada, la canela y el azúcar. Revolvemos bien. Reservamos.

Ponemos el horno a precalentar a 180º calor arriba y abajo.

Vamos montando el baclava.
Pincelamos con la mantequilla derretida la bandeja de horno, por le fondo y los lados.
Colocamos una lámina de pasta filo y la pintamos por encima con cuidado con la mantequilla derretida. Repetimos este paso hasta completar con 4 láminas.
Añadimos la mitad de la mezcla de frutos secos y extendemos bien con las manos.
Ponemos otra lámina de pasta filo, pincelamos de mantequilla y le damos la vuelta, para volverla a pintar y que quede con mantequilla por los dos lados.
Ponemos 3 capas más pincelando cada una de ellas.
Echamos el resto de frutos secos extendemos y colocamos otra capa, pincelamos, le damos la vuelta, volvemos a pincelar y acabamos con 4 capas más pincelando cada una de ellas.

Si nos sobra pasta filo por los bordes los recortaremos para que nos quede justo el tamaño de la bandeja.

Ahora tenemos que cortarlos antes de hornear, de lo contrario se nos romperían. Con un cuchillo afilado hacemos particiones (yo puse 8x5, así que me salieron 40 pastelitos).

Metemos al horno en la parte media y horneamos hasta que esté dorado, unos 7-8 minutos.

Comenzamos a hacer el almíbar con todos los ingredientes excepto el zumo de limón y el agua de azahar, que los echaremos al sacar del fuego el almíbar.
El almíbar deberá estar unos 10 minutos para que coja el punto de hebra pero no nos quede demasiado espeso, así que una vez listo lo volcaremos sobre el baclava sin dejar que el almíbar se enfríe pues sino se espesará.

Al sacarlo del horno regaremos con el almíbar caliente uno por uno de los pastelitos y si somos capaces dejamos reposar unas 2 horas para que se empapen bien y se envuelvan los sabores.